Adolfo Bioy Casares
Adolfo Bioy Casares (15 de septiembre de 1914 - 8 de marzo de 1999) fue un importante escritor argentino que frecuentó las literaturas fantástica, policial y de ciencia ficción. Considerado por Jorge Luis Borges (con quien colaboró literariamente en varias ocasiones, ambos bajo el seudónimo de Bustos Domecq) como uno de los más notables escritores argentinos. La crítica profesional también ha compartido la opinión: Bioy Casares recibió, en 1990, el Premio Miguel de Cervantes y entre sus muchas distinciones cabe también destacar el Gran Premio de Honor de la SADE en 1975, la membresía a la Legión de Honor francesa en 1981, su nombramiento como Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires en 1986, el Premio Internacional Alfonso Reyes en 1990 y el Premio Konex de Brillante en 1994.
A pesar de que ya había publicado algunos libros, la verdadera obra de Bioy Casares comienza en 1940, el año en que se publica su más famosa novela, "La invención de Morel".
El mundo imaginario de Bioy Casares consiste en fantasías y en acontecimientos inexplicables, aunque también aluda a menudo al ambiente intelectual porteño. Cultivó un estilo depurado y clásico y su literatura se caracteriza, en parte, por ofrecer una versión paródica del relato fantástico o policíaco tradicional, consistente en observar lo irreal bajo lentes humorísticas. Los elementos típicos de estas literaturas son antes cómicos que aterradores; el carácter de los personajes es incompetente, insensato. A partir de esto, el historiador de la literatura José Miguel Oviedo ha pretendido llamar a sus narraciones «comedias fantásticas».
Se ha señalado, también, que la pasión amorosa, el elemento erótico, es fundamental en la narrativa de este escritor. Es notable que también esto sea contemplado desde una perspectiva muchas veces irónica; el amor es considerado algo sublime pero fatal. La relación presenta rasgos del amor cortés, pero las amadas suelen ser tenebrosas, cabría decir superiores. Se ha querido ver en esta cuestión alguna conexión con la vida de Bioy Casares, cuyo carácter enamoradizo es de sobras conocido. He aquí lo que ha referido Octavio Paz: "El amor —en Bioy Casares— es una percepción privilegiada, la más total y lúcida, no sólo de la irrealidad del mundo, sino de la nuestra."
Adolfo Bioy Casares es un escritor fundamental para comprender la literatura argentina del siglo XX.

Fragmento de "La trama celeste"
"Habrá infinitos mundos idénticos, infinitos mundos ligeramente variados, infinitos mundos diferentes. Lo que ahora escribo en este calabozo del fuerte del Toro, lo he escrito y lo escribiré durante la eternidad, en una mesa, en un papel, en un calabozo, enteramente parecidos. En infinitos mundos mi situación será la misma, pero tal vez la causa de mi encierro gradualmente pierda su nobleza, hasta ser sórdida, y quizá mis líneas tengan, en otros mundos, la innegable superioridad de un adjetivo feliz."
-Adolfo Bioy Casares-